Tratamiento de rejuvenecimiento mediante microinfiltración dérmica con plasma autólogo enriquecido.
Ahora con la aplicación de unas mínimas cantidades de nuestro propio plasma sanguíneo sobre el área que deseamos rejuvenecer, la comunidad científica ha hecho posible esta revolucionaria técnica de rejuvenecimiento.
Técnica
Desde hace años, esta técnica está siendo utilizada en la regeneración de los tendones y úlceras cutáneas por los principales hospitales de referencia. Basta extraerle al paciente una pequeña cantidad de sangre que se recoge en unos tubos específicos que contienen un anticoagulante. Y después se efectúa un breve centrifugado con lo que la sangre se separa en diferentes fracciones plasmáticas. Luego se utiliza una fracción específica de este plasma, en concreto la de mayor contenido en plaquetas.
La preparación del plasma
Se añade cloruro cálcico para que las plaquetas se activen y de este modo liberen los factores de crecimiento. En el lugar en el que hemos aplicado estos factores de crecimiento, se produce una estimulación natural de las células de la piel que fabrican el colágeno o fibroblastos, obteniendo una piel regenerada. Una de las principales ventajas de esta técnica es que además de trabajar con cantidades pequeñas de sangre podemos ralentizar la liberación del contenido de los factores de crecimiento para permitir que actúen allí donde los hemos colocado. Se aplica in situ el plasma recién activado, todavía en fase líquida, para que actúe en el mismo lugar que deseamos rejuvenecer.

Plasma rico en factores de crecimiento
En menos de 20 minutos, y en la propia consulta, una vez preparado y enriquecido nuestro propio plasma sanguíneo, se micro-inyecta en el área que deseamos rejuvenecer. Podemos pronosticar que la bioestimulación con PRP se convertirá en uno de los pilares fundamentales del rejuvenecimiento con el fin último de prevenir la dermatoporosis. La bioestimulación es un conjunto de procedimientos para activar biológicamente las funciones anabólicas del fibroblasto, fundamentalmente, la producción de colágeno tipo III, elastina y ácido hialurónico a partir de sus precursores, prolina, lisina y glucosamina, respectivamente.
La activación adecuada del fibroblasto produce las proteínas conocidas como factores de crecimiento. Estos factores de crecimiento determinan:
- Aumento de proliferación fibroblástico y estimulación de fibroblastos, que son las células responsables de la formación de matriz extracelular en la piel.
- Aumento en la síntesis de colágeno tipos III y IV, no cicatricial.
- Estimulación del proceso fisiológico de regeneración dérmica. Es decir: Regeneración o creación de tejido nuevo, idéntico al original, y funcional.
Procedimientos con los que se puede combinar esta técnica
- Rejuvenecimiento con láser no ablativo
- Recuperación de la laxitud cutánea con Radiofrecuencia
- Eliminación de léntigos con láser o peeling
- Rehidratación cutánea con un complejo de Ácido Hialurónico combinado con multivitaminas, aminoácidos y minerales
Rehidratación cutánea
El ácido hialurónico está presente de forma natural en todos los seres vivos ocupando los espacios existentes entre las células de los tejidos. En la piel se encuentra cerca del 56% de la concentración de ácido hialurónico que poseemos en el cuerpo. Esta sustancia atrae una importante cantidad de agua a su alrededor y estimula la formación de colágeno y elastina. Además, tiene un gran poder antioxidante bloqueando los radicales libres. Cuando envejecemos, disminuye la cantidad de esta sustancia en nuestra piel, de tal modo que se reduce la capacidad de conservación del agua, y con ello aparece uno de los primeros trastornos que sufre nuestra piel en el proceso de envejecimiento. Por eso, en las personas jóvenes cuando pellizcamos la piel, ésta vuelve enseguida a su posición original, mientras que en personas de más edad esta recuperación es más lenta, apareciendo así las arrugas.
Existe una técnica novedosa que devuelve a la piel la hidratación y elasticidad que va perdiendo con el paso de los años. Se trata de la infiltración de ácido hialurónico en la piel junto con el complejo multivitamínico. Con este tratamiento obtenemos, de forma rápida y segura, una hidratación profunda consiguiendo una piel más tersa y luminosa. Además, tras varios tratamientos, aumenta la actividad de los fibroblastos, lo cual aporta un aspecto sano, fresco y juvenil. Se puede aplicar en cara, cuello, escote y dorso de manos. El número de sesiones depende del grado de envejecimiento cutáneo, aunque generalmente se realizan 4 sesiones cada 2-3 semanas y posteriormente una sesión de mantenimiento cada 2-3 meses. La duración del efecto depende de los hábitos del paciente, sobre todo del consumo de tabaco, que favorecerá una mayor pérdida del efecto en menos tiempo.
Procedimiento
Se infiltra el ácido hialurónico en la dermis de la zona a tratar mediante una técnica de microinyecciones. Para finalizar se realiza un masaje en la zona tratada que favorece la mejor difusión de esta sustancia.